Enfado en la Federación con el Gobierno por no vacunar a la selección española

Malestar. Indignación. Angustia. Esto es lo que se respira en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas desde que en la tarde del domingo se conociese que Sergio Busquets había dado positivo por coronavirus en las últimas pruebas PCR realizadas a la selección española. La noticia, que cayó como un jarro de agua fría en el seno del equipo nacional, se conoció después de la comida que todo el equipo llevó a cabo en el restaurante El Trasgu de Torrelodones, una localidad muy próxima a Las Rozas.

Era el primer día libre de la concentración y para cumplir las medidas Covid no se podían juntar con las familias, por lo que decidieron realizar esta actividad para abandonar la rutina del día a día. El resultado de la prueba aguó la comida. Los integrantes del combinado nacional regresaron a la residencia, mientras que Busquets fue trasladado en una ambulancia a su casa de Barcelona. Al mismo tiempo, explotaba el enfado que se lleva gestando desde hace varias semanas en la concentración sobre la negativa del Gobierno a vacunar al equipo nacional.

Desde que comenzó la concentración en Las Rozas no se entiende por  qué no se ha vacunado a los jugadores de la selección española, siguiendo el ejemplo de otros países como Bélgica o Italia. En la RFEF no se comprende que el Ministerio de Sanidad se haya negado a vacunar a los internacionales, mientras que sí ha permitido que se suministre la dosis contra el coronavirus a los deportistas españoles que participarán en los Juegos Olímpicos tengan o no plaza asegurada. En fútbol el ejemplo es el de Marco Asensio: el jugador del Real Madrid sí ha sido vacunado a pesar de que su presencia en Tokio no está ni mucho menos asegurada. Luis Enrique, al ser preguntado por esto en la previa al partido contra Portugal, respondió muy serio: «No tengo una opinión lo suficientemente interesante».

Esta situación ha provocado un enfado importante en la selección española. No entienden el motivo que ha llevado al Gobierno a dejar fuera del proceso de vacunación a un equipo que defenderá los intereses del país en la próxima Eurocopa. A pesar de que los jugadores no están en los grupos de edad a los que se está vacunando en estos momentos en nuestro país, en la RFEF se considera que se podría haber llegado a un acuerdo. Ahora España llegará mucho peor preparada –no podrán jugar contra Lituania y habrá entrenamientos escasos en condiciones difíciles– que sus rivales en la Eurocopa por culpa de un Gobierno que no ha querido protegerles.